sábado, 30 de abril de 2011


Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas.
Ernesto Sábato (1911-2011) Escritor argentino.
 
Gracias, Maestro, hasta siempre. 

viernes, 29 de abril de 2011

Y comieron perdices

Y se casaron el Guille y la Cati.
Y todo fue “glamorosamente austero” según lo esperado para una monarquía en franca decadencia con urgencia por un cambio.
Y hubo el exagerado protocolo, también dispensas.
Y, como en toda celebración, ridículos.
Y fanfarrias, buena música –me gustó mucho-, árboles dentro de la abadía y muchos códigos entre la real pareja.
Y simbolismos hasta hartarse, siempre y cuando se tuviera a mano quien pudiera explicarnos, como, por ejemplo, por qué la reina escogió ese amarillo patito de plástico, que, según los que saben, simboliza el poder…
Y terminó.
Y a mí qué me importa.
Felicidades.
Pan (“El pan de la locura”, si querés, pero en este caso los sucesos poco parecen afectar a los protagonistas)
Y circo.

Hoy llueve


Hoy llueve
Calamidades,
desidia,
indiferencia
Y sobre todo, ganas
De que no llueva
Tanta apoplejía del alma.
Dónde estarás ahora,
hoy
En este instante,
¿Lloverá en tu lugar?
Cómo quisiera
saberte aquí
A mi lado
Esconder la cabeza
En el escudo recoveco de tu axila
Y sentirme una intrusa admitida
Que responde
Al eco de tu voz no hablada.
Pero hoy llueve hasta en el infinito
Y los sentidos se me entumecen todos.
No es buena consejera el agua.


 

jueves, 28 de abril de 2011

Shhhhhhh

El silencio puede oprimir, acongojar, inquietar, aturdir, pero a mí generalmente me acompaña. Nos disfrutamos, nos entendemos. Y hablo de silencio no de soledad, aunque se parezcan un poco.
Dirás que es paradójico pero el silencio suele convidarme sonidos –me gusta pensar que algunos los estrena sólo para mí-, que si no fuera por él no escucharía: el leve zumbido que exhala el haz del faro, por ejemplo o las pisadas de la garza bruja sobre la arena, unos minutos antes de amanecer.
A veces se personifica y veo mi propia imagen en el espejo. Y me escucho.
Nos queremos, nos buscamos.

¿A vos cómo te trata el silencio?

miércoles, 27 de abril de 2011

¿Y vos qué opinás?

Ahora resulta que si no escribís poesía “testimonial”, en lo posible desprejuiciada (porque sos actual y rebeldito/a), sos un/a poeta anacrónico/a.
Andá…… Ah, para estar “at the top”, debés escalonar tu esmerada obra, seguime: tenés que poner una palabra debajo de la otra, como mucho dos, sino, no es poesía moderna.


Poesía “testimonial actual”

Me ajusta
la bombacha
Será
porque
habré engordado
O
quizá
porque
es de
mala calidad
Y
encogió
al lavarla.

Poesía como en los viejos tiempos (no tan viejos)

El cuerpo ya no es el mismo
¿Habré de echarle
La culpa al tiempo?
Ahora tengo un sinfín de mariposas
En mi cintura
Y un ejército de grillos
En estas caderas
Que tanto han bailado
Al compás.
¿Importa entonces
Después de haber vivido
La alegría
Que la ropa
-la misma ropa-
Se incomode al sentirme?

Suponete que no te gusta la poesía, que no sabés nada de ella y que mucho menos te gustan éstas dos, ¿pero cuál elegirías?
Da para mucho el tema, otro día seguimos.

martes, 26 de abril de 2011

Un... ¿Haiku?

Es una hermosa mañana en Bahía Azul.
Te dejo algo parecido a un haiku y mis mejores deseos de que tengas un excelente día.


Sobre el tejado
Un adorno, una estatua.
Paloma inmóvil.

lunes, 25 de abril de 2011

Venganza

Harta ya la luz de tener siempre en sus espaldas a la oscuridad, expresó sin aviso todo su poderío. Fue tanta luz como soledad. Por ningún lado veía algo más que a sí misma. Comenzó a empequeñecer, a estrujarse como un caracol en sal. Cada vez menos, cada vez menos hasta ser solamente un punto luminoso. La oscuridad, entonces, con generosidad infinita, cubrió lo que quedaba.