Me encierra el gris. Me secuestra, me inmoviliza.
Me hace recordar y gastar el tiempo en actividades que tenía olvidadas. Me asombra –siempre-, me cansa.
Gris desde la ventana. Desde la mañana hasta la noche. Gris el techo y su peligro. Los árboles, las calles, los bancos de las plazas. Vos, yo.
Y a cuidar el agua, no te olvides. Y no salgas si no hay necesidad. Y para colmo, con una gripe como la mía es peor.
Hubo un poco de calma pero ahora otra vez el viento cambió y el gris que vuelve. Pobre gris vilipendiado. Quizá se haya sentido bien aquí, tranquilo, y por eso regresa. Pero parece que el blanco también quiere tener presencia y si es así el peligro del techo se acrecentará.
No estamos tan mal como otros, mirá desde la parte positiva, por lo menos tenemos luz.
Conducí con cuidado, por favor.
Hace días que estoy engripada y se me hace muy cansador estar sentada a la compu, mil disculpas si no visito sus blogs, ya pasaré y me pondré al día.
Cuando ese gris se aposenta , encierra y secuestra como tus bellas letras.Pero como bien dices siempre hay que mirar desde la parte positiva y al menos tenemos luz.
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto de tu gripe.
Feliz dia.
Besitos.
El mundo se ha vuelto gris para acompañar la vida de muchos hombres que no saben cómo reconocer ese pequeño, o abrumador, problema.
ResponderEliminarCuídate de la gripe.
Saludos
J.
Espero que ya estés mejorcita y te puedas mover de aquí para allá. Un beso curativo.
ResponderEliminarSin duda el gris visto como es visto por el mundo es un color rancio, así que desde esa postura te diría que cambies de color, pero resulta que mi postura no es la del mundo y en un gris se pueden encontrar muchos colores dentro de uno mismo.
ResponderEliminarA cuidarse el resfriado.
Besos.
Mundoyas.
UN embole total la gripe. Espero, que tras 3 meses, ya hayas mejorado.
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